Según ha indicado un estudio de McKinsey, la innovación puede aumentar la productividad de una organización hasta en un 25%, una cifra nada despreciable en una época en la que la competitividad llega a niveles cada vez más altos.
Frente a esto, no se puede desconocer que se ha convertido en un elemento clave para cualquier empresa, por eso, la constante preocupación por parte de líderes y directivos, por impulsarla entre sus colaboradores.
Pero, ¿cómo lograr esto? la respuesta estaría en un conjunto de varias estrategias que, combinadas, pueden llevar a que los equipos de trabajo lleven a una organización a otro nivel.
En ese sentido, al implementar estrategias efectivas tales como crear un ambiente de confianza, diversidad e inclusión, propender por la autonomía y flexibilidad, incentivar el aprendizaje continuo, y darle valor al reconocimiento y la recompensa, se pueden obtener beneficios significativos en productividad, crecimiento de los ingresos, calidad y satisfacción del cliente.
A continuación analizaremos algunas de esas estrategias:
1. Cultura de Innovación
Crear un ambiente que valore la experimentación y el aprendizaje es fundamental. Según un estudio de Deloitte, el 94% de los ejecutivos cree que la cultura es esencial para la innovación, pero solo el 12% dice que la cultura actual de su organización fomenta la innovación. Fomentar una cultura positiva que celebre los fracasos como oportunidades de aprendizaje puede ser un gran paso, sin embargo, es una práctica que no es muy común.
2. Diversidad de Pensamiento
Suena incluso obvio, pero la diversidad de pensamiento puede llegar a ser una gran fuente de innovación, pues ideas diferentes generan soluciones diferentes. Al respecto, los equipos con diversos antecedentes y experiencias son más propensos a generar ideas creativas, tal y como lo asegura un estudio de McKinsey, en donde se revela que las empresas en donde la diversidad étnica y racial está en un nivel superior, son un 35% más propensas a tener rendimientos financieros superiores a sus pares que no lo están.
3. Espacios de Colaboración
De acuerdo con la Harvard Business Review, las empresas que adoptan un diseño de oficina colaborativo, experimentan un aumento del 25% en la creatividad de los empleados. Esto, una tendencia cada vez más frecuente, incluye espacios abiertos, áreas de descanso y salas de brainstorming donde pueden fomentar el intercambio de ideas.
4. Formación y Desarrollo
Lo hemos mencionado varias veces. Invertir en el desarrollo profesional de los empleados puede impulsar no solo el sentido de pertenencia con la organización, sino también la innovación. Un informe de PwC indica que las organizaciones que proporcionan formación continua tienen un 25% más de probabilidades de atraer y retener talento y ahí una de las principales razones para implementar programas de capacitación en habilidades técnicas y blandas que permitan a los empleados abordar problemas desde otras perspectivas.
5. Incentivos a la Innovación
Finalmente, pero no menos importante, en este listado debemos incluir programas de incentivos que puedan motivar a los empleados a proponer ideas innovadoras. Según un estudio de Gallup, las organizaciones que implementan sistemas de reconocimiento y recompensas obtienen un 21% más de productividad, por lo que esta puede ser una gran opción para su empresa.
Somos conscientes de que todas estas herramientas no se pueden implementar tan fácil en todas las organizaciones y claramente depende del tamaño, presupuesto y otros factores. No obstante, también hay algunas pautas que se pueden seguir para lograrlo y tienen que ver principalmente con establecer objetivos claros y medibles para la innovación y proporcionar recursos específicos para cumplir este objetivo, además de lo antes mencionado.
Para terminar, hay que resaltar que fomentar la innovación en los equipos de trabajo tiene un impacto significativo en varias áreas de la organización, y su efecto se puede visualizar en temas como mejorar la productividad, adaptabilidad al cambio, una mejor experiencia del cliente; lo que a su vez aumenta la lealtad y la satisfacción; y por supuesto, tener un entorno innovador y estimulante, puede atraer a empleados talentosos y reducir la rotación de personal.
Sin duda, la innovación es un motor esencial para el crecimiento y la competitividad en el mundo empresarial actual, por lo que vemos que las organizaciones que fomentan la creatividad y la colaboración entre sus equipos no solo se destacan en su industria, sino que también obtienen beneficios tangibles a nivel estratégico, operativo, financiero, entre otros que pueden llevarlas a una mayor competitividad, crecimiento y éxito.